Anoche, mi viejo despertador digital, sin avisar ni despedirse, ¡murió!.
¡No!, ¿qué voy a hacer yo sin él?.
Por suerte, los teléfonos móviles de hoy en día tienen de todo. Fue él, mi teléfono móvil, el que me «invitó» a salir de la cama esta mañana. Sin embargo, somos «animales» de costumbres… Y yo, necesito un despertador cerca cuando me voy a dormir.
Fue precisamente la muerte de mi viejo despertador la que me llevó a dar un paseo por IKEA, incitándome a llevar a cabo el refrán «A rey muerto, rey puesto». Y así fue, en mi mesa de noche ya hay un nuevo despertador.
El sustituto es:
No te voy a engañar, al verlo, su diseño no me apasionó. Lo que realmente llamó mi atención fue su precio.
¿0,70€ un despertador?, me pregunté… Y sin pensarlo dos veces me lo llevé a casa. Aunque parezca mentira, el sustituto de mi viejo reloj despertador costó bastante menos que las pilas que necesita para funcionar.