Cada vez es más popular el uso del microcemento por sus múltiples ventajas

En toda construcción o reforma hay un material que es prácticamente imprescindible: el microcemento. Su poco mantenimiento, versatilidad en cualquier estilo decorativo y entorno (interior y exterior), resistencia en superficies de alto tránsito y más beneficios hacen que sea cada vez más utilizado por arquitectos y diseñadores.

La mejor dupla que puede existir en lo que respecta a decoración es practicidad y belleza. Bajo esta premisa, una de las alternativas ideales para los suelos es el microcemento o cemento pulido, que ofrece alto rendimiento, el mantenimiento es mínimo y combina perfectamente con cualquier estilo decorativo.

Y es que al hablar de microcemento en suelos, muchos tienen la idea errada de que tiene un aspecto frío o meramente industrial. Este material es perfecto para la renovación de la vivienda o de cualquier otro tipo de inmueble, ya que puede adquirir el tono que se desee. Además de ser un acabado pulido muy versátil, tiene muchos otros beneficios.

Características y tipos de microcemento

¿Qué es el microcemento? Es un revestimiento continuo muy resistente que resulta al unir el cemento tradicional, el cual de por sí tiene altas prestaciones, con fibras, áridos de grano pequeño, resinas líquidas, polímeros y pigmentos naturales en diversas tonalidades.

Es una pasta uniforme con una gran versatilidad y una adherencia excelente para prácticamente cualquier tipo de superficie. Tiene diferentes tipos de texturas y grosores, así como distintos acabados.

Su amplio abanico de utilidades hace que este material sea uno de los más utilizados actualmente en reformas, no solo en suelos, sino también en paredes, techos, encimeras de cocina y baño, platos de ducha, superficies de metal, piscinas, objetos decorativos y más.

En lo que respecta a los tipos de microcemento está el tradicional, también conocido como microfino. Es semejante al estuco, con un acabado completamente liso, se utiliza mayormente para revestir paredes y suelos con poco tránsito.

Otro tipo de microcemento es el microhormigón, destinado para revestir suelos de mediano y alto tránsito. Su apariencia es texturizada pero de forma ligera y tiene una gran resistencia, por lo que es muy utilizado en locales en los que hay mucha concurrencia de personas.

También existe el microstone, el cual es el indicado para usar en espacios exteriores principalmente por ser antideslizante. Tiene un aspecto similar al de los suelos de piedra rústicos, lo que lo hace ideal para el revestimiento de patios, porches, terrazas, alrededores de piscinas, entre otros.

El aquaciment es también un tipo de microcemento, el que se utiliza para superficies con agua, al ser resistente al cloro y las sales. Es usado en estanques, fuentes y piscinas.

Ventajas de usar este material

Son muchas las ventajas de usar microcemento, pero una de las más importantes es que se traduce en grandes ahorros de dinero al momento de plantear el presupuesto de construcción o reforma.

Por un lado, el precio de este material es bastante asequible, de hecho mucho más económico que la madera, porcelanato, mármol, gres, granito, cerámica, piedra y más. Además, su instalación es sencilla, se puede utilizar sobre revestimientos  anteriores sin hacer obras, lo cual supone también un ahorro en costes.

De igual forma, su sencillo mantenimiento hace que no implique gastos excesivos en cuanto a trabajadores y materiales para realizarlo. Una de las características de este material, que se refleja en el poco mantenimiento que requiere, es que no tiene juntas, al ser una superficie uniforme, su limpieza es mucho menos laboriosa.

Su versatilidad en el aspecto decorativo es una característica que se convierte en ventaja, ya que lo hace adaptable a cualquier tipo de proyecto. El alto grado de personalización que se puede lograr con el microcemento lo hace predilecto para arquitectos, diseñadores y propietarios de inmuebles.

En cuanto al color, este material tiene la ventaja de que se puede pigmentar fácilmente y con esto se logra una inmensa cantidad de combinaciones de gamas cromáticas. Se puede seleccionar entre un blanco limpio y elegante, hasta tonos oxidados y metalizados. 

La diversidad de acabados y texturas que se obtienen también hacen del microcemento un material muy versátil. De manera general, los acabados pueden ser: mate, el cual es su resultado natural aunque suele apagar la original del microcemento; brillante, un acabado que resalta el color de este material; y el satinado que es el equilibrio entre el mate y brillante, por lo que es uno de los preferidos de los constructores.

Otras de sus grandes ventajas es que no se deteriora con el tiempo por efecto de los rayos solares, es ampliamente resistente a los golpes, no se contrae o dilata por acción de la humedad, ni se daña por los cambios de temperatura.

Y si se da el caso de sufrir alguna ralladura o marca, la recomendación es lijarlo, aplicar una capa de material, volver a sellar y, listo, quedará como nuevo.

El microcemento posee una gran adherencia, es antirresbalante y, además, es amigable con el medio ambiente, ya que está compuesto por pigmentos naturales y minerales libre de tóxicos.

La durabilidad de este material es alta, de hecho especialistas aseguran que con un mantenimiento óptimo y oportuno puede llegar a durar en buen estado unos 100 años.

¿Cómo cuidarlo?

Como se ha mencionado, el mantenimiento de los suelos de microcemento es bastante sencillo. Solo se requiere jabón PH neutro para limpiarlo de manera óptima.

Para conservar el buen estado de estos revestimientos, se recomienda además aplicar ceras especiales disueltas en agua, lo que le añade una capa de protección, al mismo tiempo que se realiza la limpieza. En áreas externas se aconseja aplicar el sellador de manera periódica a los suelos de microcemento, de acuerdo al uso que se le esté dando.

Cuando tiene alguna mancha puntual es fundamental eliminarla de inmediato, de tal manera que no se incruste en la superficie, así como cuando se derrama algún tipo de líquido, hay que limpiarlo de inmediato. No se deben utilizar productos abrasivos encima de estos revestimientos.

Un buen consejo es colocar protectores de goma a muebles y sillas, de tal forma que al momento de arrastrarlos no corran el riesgo de dañar el suelo.

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