A veces, con un poco de imaginación, es posible crear el complemento o elemento perfecto para nuestra decoración, consiguiendo además otorgar a la decoración una personalidad única.
Hoy te voy a mostrar un buen ejemplo, una idea a través de la que se ha llegado a convertir la famosa lámpara de IKEA, KRISTALER CHANDELIER, en una preciosa y encantadora lámpara infantil.
Sólo algunas tulipas y pintura en spray en color azul cielo han sido suficientes para cambiar por completo el aspecto y el estilo de la lámpara, logrando así adaptarla a un espacio infantil, que es donde se quería colocar.
Además en la parte inferior de la lámpara se ha colgado un precioso pajarito de tela con uno estampado que combina con el tono de la lámpara. El pajarito supone un foco de atención que logra dar protagonismo a la lámpara consiguiendo que no pase desapercibida.