Cómo influye el diseño de la oficina en el rendimiento laboral: 6 factores clave para diseñar tu área de trabajo

Existen múltiples investigaciones científicas que demuestran una relación directa entre el diseño del espacio de trabajo y la productividad del trabajador. Por ello es conveniente dedicar el tiempo y esfuerzo suficiente a la planificación y la organización de la oficina. No en vano, las grandes multinacionales destinan importantes presupuestos al diseño de sus sedes, para lo que contratan a prestigiosas consultoras; ya que son conscientes de que es una inversión que merece la pena. Sin embargo, con presupuestos mucho más modestos también es posible diseñar un espacio de trabajo eficiente que fomente la productividad; incluso en nuestra propia casa.

En la actualidad, la mayoría de los trabajadores tienen jornadas laborales extensas y contar con espacio de trabajo que reúna las condiciones óptimas favorece el rendimiento. Hay una serie de factores clave que se deben tener en cuenta a la hora de diseñar eficazmente un área de trabajo:

1. Planificar la distribución

En primer lugar, es necesario planificar la distribución y seleccionar los muebles que mejor se adecuen a ella; para lo que es conveniente tener acceso a un amplio abanico de opciones de mobiliario de oficina y piezas auxiliares.

2. Tener un asiento óptimo

Cuando se trabaja, se pasa la mayor parte del tiempo sentado por lo que hay que prestar especial atención a la elección de la silla ergonómica que mejor se ajuste a nuestra altura y necesidades: con reposacabezas o sin él, con apoya brazos o sin ellos, etc. Es recomendable que no sea demasiado rígido y que esté tapizado en un material transpirable. Deben ser ergonómicos y ajustables en altura para prevenir posibles dolores lumbares y de cuello, como las sillas ergonómicas de Ofisillas.

3. Trabajar en un entorno agradable

Una oficina debe resultar un entorno agradable, ya que el trabajador va a pasar en ella gran parte de su jornada. Es importante que sea un espacio tranquilo y libre de ruidos en la medida de lo posible.

4. Tener buena iluminación

También es importante la iluminación. De ser posible, lo idóneo es que cuente con luz natural y que cuando vaya oscureciendo el día, cuente con la iluminación adecuada con la que trabajar para no tener que forzar la vista. No se deben situar las mesas de espaldas a la ventana, ya que el propio trabajador se dará sombra al estar sentado. También es conveniente que las lámparas o flexos sean dirigibles para que la persona pueda adecuarlos en cada momento y evitar reflejos en la pantalla.

5. Combinar colores

Aunque no todo el mundo lo sepa, los colores también influyen sobre el rendimiento de los trabajadores. Diferentes tonalidades de azul transmiten calma y tranquilidad, el verde genera confianza; en cambio, el rojo o naranja fuerte produce agitación y puede resultar estresante. Los tonos neutros: blanco, crema, beige, gris perla… combinados con ciertos toques del color adecuado pueden ayudar a lograr el equilibrio deseado entre paz y motivación.

6. Tener en cuenta los elementos decorativos

Por último, pero no menos importante, los psicólogos recomiendan incluir en el espacio de trabajo elementos decorativos que inviten a la inspiración o influyan en la motivación. Fotografías personales, collages o murales de ideas o un souvenir que nos traiga buenos recuerdos, tienen espacio en la oficina siempre y cuando se mantenga el orden y no se abarrote el espacio de elementos.

Sin duda merece la pena prestar atención al diseño y decoración del espacio de trabajo que nos ayude a sacar lo mejor de nosotros mismos.

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