Decorar tu baño de estilo nórdico es una excelente decisión si quieres sacarle el máximo partido a esta estancia, aprovechando cada centímetro y disfrutando de un ambiente único y muy relajado en todos ellos.
En anteriores ocasiones hemos hablado de la gran cantidad de seguidores que el estilo nórdico tiene en nuestro país, un estilo que hace ya un par de años que triunfa en todo el mundo. Con origen en países como Suecia o Dinamarca, destaca por su limpieza y aspecto sencillo, lo que genera un ambiente muy tranquilo en cualquier estancia.
Puedes elegir este estilo para toda la casa o bien aplicarlo en alguna estancia de manera independiente. Sea como sea tu elección, los resultados serán buenos, y es que no cabe duda de que este estilo brilla con luz propia. Hoy me gustaría centrarme en los baños de estilo nórdico, en qué debes hacer para decorarlos bien y sacarles el máximo partido en lo que a su estilo se refiere.
¿Qué ventajas tiene?
El cuarto de baño es una de las estancias que más se beneficia del estilo nórdico, ya que potencia sus características y las aprovecha al máximo. Al ser un estilo en el que triunfa lo blanco, no cabe duda de que en el baño quedará genial esa regla, ya que suele ser una estancia que en casi todos los hogares tiene al blanco como protagonista.
Otra ventaja es que en este estilo hay mucho minimalismo, y en el baño es genial tener pocas cosas para no liarnos mucho a la hora de utilizarlas. Es una estancia que invita a la relajación, y para lograr eso es importante verlo todo despejado y que no haya ninguna zona saturada. Otros estilos suelen cansarnos con el paso del tiempo, pero en este caso no, ya que se ve todo tan limpio y ordenado que estaremos siempre encantados. Como última ventaja, al ser minimalista no tendremos que gastar mucho en decoración o accesorios.
¿Cómo debo decorarlo?
Tal y como comenté anteriormente, el blanco debe ser el color protagonista en un baño nórdico. Utiliza este color para las paredes, en este caso es indiferente que sean de pintura o azulejos. El suelo puede ser de madera, y si eliges otro material se recomienda uno que sea claro que no se vaya más allá de la gama de los grises.
En cuanto a los muebles, los más utilizados son de madera con lacados blancos, pero no pongas demasiados, recuerda que hay que seguir el minimalismo. Lo recomendable es optar únicamente por un mueble bajo el lavabo y alguna estantería, pero que no ocupe demasiado espacio para no entorpecer la tranquilidad con todo despejado.
¿Ducha o bañera?
En lo que respecta a la elección de ducha o bañera, es según te guste o el espacio que tengas disponible. Si tu baño es pequeño, quizás te venga bien quitar la bañera y poner una ducha, que además es lo que más utilizamos. Normalmente tenemos bañera por comodidad, pero piensa, ¿cuántas veces al año la llenas para darte un baño? Está claro que si tienes niños lo mejor es la bañera, pero si no tienes o ya están mayorcitos, tu mejor opción es la ducha.
Las bañeras o duchas que más se ven en este estilo con las que el agua cae directamente al suelo y se va por un sumidero que previamente se ha instalado en él.
Sanitarios y grifería
La grifería y los sanitarios también tienen mucha importancia en el baño, y en este estilo hay que seguir con la estética minimalista y aprovechar cada espacio lo máximo que se pueda. Eso se tiene en cuenta especialmente con los sanitarios, en donde cada centímetro cuenta para darle un aspecto más o menos bonito a los baños de estilo nórdico.
En cuanto a la grifería, utiliza líneas rectas y diseños cromados, detalles que coinciden con las últimas tendencias en decoración.
¿Y los complementos?
En lo que a los complementos se refiere, en los baños de estilo nórdico serán muy poquitos, los justos y necesarios, por decirlo claramente. Si vas a utilizar utensilios como jaboneras, toalleros, etc., es recomendable que sean de madera o materiales naturales para que encajen perfectamente con el ambiente.
Es probable que tengas varios tipos de textiles en el baño, como las cortinas de las ventanas, las cortinas del baño o las toallas, por ejemplo. Lo ideal es que, en cualquier caso, sean en tonos crudos y blancos para que su diseño no llame mucho la atención y siga en la misma línea que el resto de la estancia.
Por último, aprovecha al máximo la luz natural para que el estilo esté 100% aplicado y te aporte más personalidad. Si sigues estos consejos, verás que consigues tener un cuarto de baño con muchísimo encanto y en el que querrás pasar cada día más tiempo. ¿Te apuntas?