Afrontar la reforma de una vivienda con un presupuesto ajustado es uno de los principales motivos de estrés en los propietarios. Estancias como la cocina o el baño son puntos especialmente sensibles a la oscilación de precios con la elección de uno u otro material, o que en el proceso surjan imprevistos que se coman la partida inicialmente planteada para dar por finalizada la reforma. ¿Es posible cambiar el actual baño por uno nórdico sin tener que sacrificar excesivo presupuesto? Si nos sigues habitualmente, sabrás que tenemos todos los trucos y las mejores soluciones a bajo costo. Si es tu primera toma de contado con nuestro medio de decoración nórdica, te mostramos cómo.
En esta ocasión contamos con los compañeros especializados en reformas de baño de Nexdom, que cuentan con una amplia trayectoria en el universo de las reformas de baño, lo que podemos encontrar y en cómo exprimir esta estancia de la vivienda para construir nuestro particular paraíso nórdico.
Trucos de los expertos para reformar tu baño y darle un toque nórdico sin salirte del presupuesto
Conseguir un baño estilo nórdico no es complicado, ni caro. O no tiene por qué serlo si eliges convenientemente los elementos. Las ventajas de apostar por esta filosofía nosotros las tenemos claras: cualquier espacio, por mínimo que sea, parece más espacioso gracias al predominio de las líneas simples y elegantes. Como solución decorativa y de interiorismo es eminentemente práctica. ¡Lo tiene todo! Con estas sencillas pautas conseguirás que el espacio más odiado se convierta en un punto agradable en el que incluso apetezca estar.
El blanco será el color principal, ya sea en los muebles, en el tipo de azulejo o en el suelo. En el estilo nórdico, el blanco o las tonalidades grises muy suaves son los reyes.
Otro elemento con un papel clave es la luz. Aun cuando el blanco es un color naturalmente luminoso, esa sensación se amplifica si disponemos de una luz natural abierta y que circule. Si no es posible, jugar con los puntos de luz será el mayor aliado.
Por otra parte, se ha de priorizar el espacio abierto, sobre todo si las dimensiones son reducidas o si tiene forma alargada. De lo contrario se generaría una sensación de opresión que es todo lo opuesto a lo que persigue el estilo nórdico.
Por último, en la elección de los elementos (materiales y decoración) se ha de primar lo natural. Por ejemplo con maderas y piedras, o motivos florales para los azulejos, cuadros y textiles.
Ya sea pintando las paredes, alicatándolas, incluyendo textiles o elementos decorativos con función práctica siguiendo estas pautas, conseguirás tener un baño nórdico a bajo coste.