Las sillas colgantes se han convertido en piezas estrella en la decoración por sus grandes ventajas, ya que nos proporcionan bienestar y comodidad. Además dotan de originalidad y personalidad los espacios interiores y exteriores. A continuación te desvelamos todas sus ventajas.
¿Qué son las sillas colgantes?
Las sillas colgantes tienen su origen en los años 60 cuando Eero Arnio diseño la silla Burbuja en Finlandia fabricada con material acrílico. Se trata de sillas o sillones que están colgados bien en el interior de la casa en alguna estructura o en el jardín o terraza.
Existen multitud de estilos, formas y acabados pero todos comparten la misma finalidad disfrutar de un suave balanceo para relajarse. Son perfecto tanto en un rincón de relax en los interiores como en el salón exterior. Están equipadas con cómodos colchonetas que proporcionan comodidad. Transmiten la sensación de estar flotando en el aire y añaden a la decoración un toque elegante y sofisticado.
Factores para elegir una silla colgante
A la hora de escoger una silla colgante debes tener que modelo encaja mejor con tus gustos y necesidades. Si tiene problemas de espacio puedes optar por modelos de tela que permite desmontarla y guardarla fácilmente. Otra opción es elegir un modelo con doble asiento.
El lugar donde vas a colocar la silla colgante es importante, ya que si la coloca en el exterior deberás elegir materiales apropiados para la intemperie que resistan el sol, la lluvia y la humedad.
Hay que tener cuidado donde se instalan las sillas colgantes en el techo. Tiene que ser un techo solido de hormigón, cemento, etc. Es aconsejable que calcules una distancia hasta el suelo de 30 cm.
Conocer el peso de la silla colgante es fundamental. Por lo general pueden soportar en torno a 150 o 200 kg.
Las dimensionasen de las sillas varían en función del modelo, si es para una persona o para dos. Se pueden encontrar modelos con un tamaño de 150×135 cm, una medida adecuada para que resulte cómoda al sentarse sin estar apretado.
Tipos de sillas colgantes
Existen diversos tipos de sillas colgantes donde elegir.
Sillas colgantes de techo. En este modelo el asiento cuelga de una cuerda atada a un gancho fijado al techo. Este tipo de silla permite total libertad de movimientos para el usuario.
Silla colgante con soporte de pie o base metálica. Es de mucha utilidad para no tener que hacer agujeros. Es adecuada para espacios reducidos. Además se puede desplazar fácilmente a cualquier estancia de la casa.
Sillas colgantes de tela. Este modelo tiene la ventaja que se ajusta perfectamente a cualquier forma corporal. Es una de las sillas más económicas y prácticas. Son perfectas tanto en el interior de las viviendas como disfrutando de la vida al aire libre. Normalmente son de algodón y poliéster tejidos absorbentes adecuados para los meses calurosos de verano. Al llegar la época de frio y de lluvias se puedes desmontar fácilmente y guardarlas. Son perfectas para terrazas de estilo boho chic.
Materiales de sillas colgantes
Los materiales más utilizados en las sillas colgantes son:
Ratán. Es un material resistente duradero y ecológico aunque no resiste bien el agua. Se debe proteger con barniz específico si se va a colocar en el exterior.
Acrílico. Las sillas colgantes de este material suelen ser de tipo huevo.
Plástico. Existe una amplia variedad de diseño. Este material duradero y ligero. Es fácil de limpiar pero hay que tener cuidado con la ralladuras.
Madera. Es un material natural que da calidez y elegancia a los espacio, pero es más pesado que otros materiales.
Aluminio. Las sillas colgantes de este material son resistentes y duraderas.
Diferencias entre una silla colgante y una hamaca
En los meses estivales buscamos productos que nos otorguen descanso y relajación. Las sillas colgantes y las hamacas son los mejores aliados para conseguirlo.
Una silla colgante es un producto versátil de gran resistencia y muy cómodo. Los diseños actuales combinan diferentes materiales con diseños de alta creatividad. Son muy seguras y las personas no tienen riesgo de caídas.
Una hamaca es un producto diseñado específicamente para el descanso y la relajación. Se diferencia de la silla que es muy fácil de transportar. Consta de una lona suspendido pendiendo de dos puntos de fijación que puede ser en postes, árboles o ganchos en las paredes. Ofrecen grandes beneficios: otorgan frescura, no es necesario utilizar almohadas o sabanas y son fáciles de lavar. Ayudan aliviar dolores de espalda causados por el estrés.
Ambos productos son perfectos para descansar y reljarse. Un silla colgante es perfecta tanto es espacios interiores como exteriores. La hamaca es ideal para hacer excursiones y reljarse al aire libre en el campo o en la playa.
Las sillas colgantes están de moda porque proporciona comodidad para relajarse y disfrutar de su balanceo. Son piezas básicas para tener en tu hogar este verano.