Combinar ocio y deporte con una buena velada es posible gracias a los clubs sociales que comparten las comunidades de vecinos
Las comodidades en las nuevas zonas residenciales de las ciudades, pero también de los pueblos, está llevando a la implantación de piscinas comunitarias o de club sociales que comparten entre todo el vecindario. Sin duda, son espacios destinados al ocio y el esparcimiento, a la par que se puede combinar con una buena convivencia en sus instalaciones.
También es una forma sencilla de practicar deporte combinado con el ocio y, para los más pequeños, supone ocupar parte de su tiempo estival ejercitando actividades que son saludables.
Por todo ello, las piscinas para zonas residenciales cada vez son más reclamadas, también porque revalorizan en el mercado a las propias viviendas y son un atractivo en poblaciones de interior, que suelen tener más difícil el acceso al mar.
Así pues, estos espacios se han convertido en un auténtico atractivo para las comunidades vecinales y es por ello que suelen acudir a empresas especializadas para la construcción y mantenimiento de estas instalaciones.
Sin embargo, existen otros modelos de piscinas comunitarias que suponen, igualmente, una ampliación de los servicios que ofrecen negocios como los centros deportivos, los spas o los hoteles. No cabe duda de que ampliar la oferta de estancias o de disciplinas deportivas cuando se cuenta con servicios acuáticos en piscinas de gran capacidad aumenta el valor de esos servicios. Razones todas para que estos negocios apuesten, cada vez más, por la implementación de instalaciones con piscinas tanto exteriores como climatizadas que amplían sus servicios y hacen más atractiva su cartera de servicios.
Centros deportivos con piscinas climatizadas
A la hora de decantarse por un gimnasio o centro deportivo para practicar entrenamientos, ya sean amateur o profesionales, lo que busca el cliente es recibir el máximo de servicios posibles. Por ese motivo, los centros deportivos están apostando, cada vez más, por la implantación de piscinas climatizadas que son de uso durante todo el año.
Es más, a este tipo de servicios pueden acceder, también, clientes que necesitan de una rehabilitación terapéutica o que quieren mejorar su movilidad, ya que los deportes acuáticos ayudan a paliar estos padecimientos. En este caso, las piscinas comunitarias deportivas se convierten en un revulsivo para la mejora de la salud de esta parte de la población.
Al mismo tiempo, se puede practicar natación, tanto libre como monitorizada, lo que aumenta los servicios del centro y lo hacen más atractivo.
La proliferación de spas y wellness
Los centros de estética y relajación también están apostando por un modelo de piscinas comunitarias con el fin de ampliar unos servicios que son muy apreciados por los clientes. Además, aquí las piscinas compartidas tienen la particularidad de que ofrecen diferentes características que ayudan al bienestar, como piscinas de agua fría y caliente, con chorros a presión o saladas; también existen piscinas con vino o cerveza para tratamientos más exclusivos y sibaritas.
Desde luego, las piscinas comunitarias tienen un sin fin de posibilidades. Tanto para el ocio, como para la práctica deportiva, así como para el propio bienestar corporal y mental.
Los hoteles con piscina son un plus
Muchos son los huéspedes que precisan de este tipo de instalaciones para decantarse por uno y otro hotel. En muchos casos, las zonas de piscina, a veces enriquecida con toboganes y otros atractivos acuáticos, son la clave para que las familias se decidan por el establecimiento.
Y es que queda demostrado que las piscinas comunitarias o de uso compartido son un revulsivo para la convivencia en lugares de ocio o vecindarios, pero también para la mejora de las condiciones físicas, gracias a la natación terapéutica, sin olvidar los baños relajantes en centros de belleza y estética. Porque de eso ya sabían los romanos, los árabes y los turcos que desde hace siglos llevan implantando estos sistemas con un éxito que llega hasta la actualidad.